domingo, 23 de noviembre de 2014

DESEO... DESEAR...


Tú no me elegistes, porque el deseo no se elige.
Lo sientes, se palpa por cada uno de los poros de tu piel.
Puedo ver como sale de tus entrañas y sucumbe entre mis caderas.
El fuego se expande por mis venas, hirviendo
y desbaratando todos mis prejuicios.
No se finge, es transparente como el agua.
El deseo no nos detendrá ante nada ni ante nadie.
Puede volver a un hombre loco y destruir imperios.
 
Tu deseo tiene nombre de mujer, se balancea con la cadencia de su cuerpo.
En penumbra, en secreto, entre susurros y jadeos.
Lleva los cabellos al viento y se desliza entre mis sábanas de seda como una serpiente.
Libidinoso, sugerente, desafiante.
No entiende tus convencionalismos.
Me hará caer de rodillas a sus pies.
Hará de ti su esclavo, para siempre.
Podrá llegar a dominar nuestros instintos.
Desearás desear más, siempre querrás más.
Te arrastrará como a la corriente de un rio salvaje e indomable.
El deseo te desnudará, conseguirá que hagas cosas inimaginables,
prohibidas y hasta destruirte si te descuidas.
Puede que desees estar muerto cuando te abandone.
Desearás al deseo como a tu propia vida, como al aire que respiras.
Cuanto más lo reniegues, cuanto más lo evites,
más pronto caerás en su trampa.
Lamerás sus pies y beberás de sus labios,
su almibar puro, la ambrosia candente de su lujuria.
El deseo no tiene nombre reconocido.
Lleva el sello de todos los amantes.
Esta noche lleva tu nombre y el mio.
Déjate llevar, déjalo que nos envuelva.
Por esta noche no hay reglas.



martes, 4 de noviembre de 2014

GRAN VACIO

s
El vaso vacio sobre la mesa, cubierto de moscas pegajosas.
Los labios entumecidos del alcohol.
Los dientes ennegrecidos del sabor del tabaco.
Y aquella chica, de apenas diecinueve años, bailando medio en cueros sobre la barra.
El humo del ambiente medio disuelto en la atmosfera cargante de quien persigue la muerte, desde hace dias, y no encuentra el momento propicio para abordarla.
Saludas al viejo decrépito del final de la barra y le invitas a la siguiente ronda.
La última, quizás esta sea la última, piensas.
Pero allí permaneces, con el culo pegado al taburete de imitación a cuero barato, medio desgastado del uso, abusivo de diversas sustancias.
Las manos sudando, grasientas del último coche que puenteaste y te salió rana.
La sal del tequila te escuece las heridas de la boca de la última pelea en la que te metiste y perdiste.
Siempre al filo de la navaja. Siempre al limite. Llegando un paso más cerca de la muerte, más cerca del final. Tratando de olvidar, tratando de perdonar. Y nunca acabas, nunca.
Porque es fácil estar siempre buscando llenar el gran vacio que se retuerce entre las entrañas.


Big Empty- Stone Temple Pilot

sábado, 1 de noviembre de 2014

RESACA

Queda, entonces, la resaca de estas noches furtivas.
Quedan las huellas imborrables de lo absurdo.
No ser conscientes de los cruces de camino.
Del porqué escoges un rumbo concreto, en el mar abierto,
cuando hay millones de combinaciones y posibilidades para navegar.
Del porqué atracaste, tu barco, en este puerto que, ya, yacía yermo y desolado.
Donde los marineros no se aventuraban a amar.
Donde ya nadie les esperaba, junto al faro, hasta que regresaran.
Queda, entonces, la fragilidad de mi memoria intacta.
El arrullo de tu respiración, a mi lado, mientras aún duermes en esta cama.
Mientras la noche me da una última tregua antes de que amanezca.
Queda este cuerpo sembrado con tus palabras y tus pensamientos.
Se entremezclan con las dudas, que me rondaban, los miedos que me atosigaban.
Todo se aclaró con la llegada del dia, con la luz del alba.
Con el sol abrasador, que castigaba nuestras pupilas,
mientras se colaba entre las rendijas de las ventanas.
Y es entonces, cuando esas dudas, esos miedos, se van por el desagüe de la ducha.
Como lo han ido haciendo, todos estos años, mis peores pesadillas.
Y la resaca nos recuerda que seguimos vivos. Que seguimos despiertos.
Que no ha sido un sueño. Que es real.
Que no estoy borracha.
Ahora sólo me queda esperar, de nuevo, compartir contigo...esta resaca.