domingo, 24 de noviembre de 2013

SHAME

La verguenza es un lugar al que acudes, estrepitosamente. Sin nada de disimulos.No hay biombo tras el cual esconderse. Debes seguir tus frases,como en el teatro, solo que aqui no hay apuntador. Tratas de mantener la frialdad para recordar no derrumbarte ante las vicisitudes e inconvenientes que pueden surgir.Nadie te enseña que hacer ante una grave crisis de verguenza,  como sobreponerte. Como recuperar el ritmo de nuevo. Te planteas, recapacitas si acaso no supistes interpretar bien las señales. ¿Qué de malo tiene ese comportamiento, estupido e iluso?...¿Cómo se te ocurre pensar que eres lo suficientemente especial, lo suficientemente valiosa para tener honores de gloria?¿En qué estabas pensando?, ¿dónde demonios dejastes tu instinto de superviviencia?...ohhh. dios!!!
Y cuando crees que realmente no puedes caer mas bajo... te acecha la sombra de la duda. La sombra de la compasión, de la pena. Que sientan pena o compasión por ti.Y es entonces cuando caes en la cuenta de que no calculastes el efecto debastador de la doble indignacion y verguenza... Esa generosa y constante compañera de toda mujer de hoy.Y gritas: Paren el mundo que quiero bajarme, por favor...antes de que sea demasiado tarde... Y es entonces cuando cambias y decides, blindarte. Por todos los lados más vulnerables del corazón y de la autoestima. Una gruesa capa de dignidad. Sacas la dama sureña elegante y refinada. De modales exquisitos. Y te olvidas para siempre, de una vez por todas, de la salvaje y vulgar mujer que no mide sus palabras. Recuerdas la señorita que hizo de ti tu madre. Y haces honor de ello. Menos feliz, si...tal vez. Pero tambien menos desgraciada. A usted caballero, mero expectador del drama.Mis disculpas más sinceras y una promesa de oportunidad y templanza. Que no se diga que no se como se debe hacer respetar una dama.Una dama no suplica... simplemente deja que el tiempo lo cure todo. Y si no lo cura..se resigna...