"Tratando
de bastardos a los que ignoraron mis señales de auxilio. Repudiando a
aquellos que me vieron en el suelo y no me tendieron una mano. Arriba,
en la cúspide de la pirámide, no me supliques piedad y corazón. Porque
carezco de ambas cosas. Me he ido fabricando una coraza con la infamia y
los insultos de los demás. Una capa externa a prueba de balas y del
fuego de cientos de dragones que trataron, en vano, de hacer cenizas mis
sueños. Ahora, en mi trono de desprecio, observo diminutas cabezas que
se alzan tratando de llamar mi atención. Cuando para mi son
insignificantes hormigas atareadas luchando por sobrevivir..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario